Mujeres Africanas Históricas

Hatsepsut de Egipto Nefertari de Nubia Makeda de Saba Candace de Meroe
Cleopatra VII de Egipto Kahina de Mauritania Amina del Pais Hausa Sabla Wangel de Etiopia
Del Wambara de Adal Nzinga de Angola Beatriz del Congo Manthatisi de Lesotho
Nandi de Zululandia Ranavalona de Madagascar Yaa´Asantewa de Ghana Nehanda de Zimbabwe

...Y Cientos Más


Hatsepsut de Egipto (1503 - 1482 A.C.)

Algunos Egiptólogos consideran a Hatshepsut como la gobernanta mas grande de todos los tiempos. Su padre, Thothmes, impresionado por la eficacia de su hija, la nombró co-gobernante y su sucesora.

Fue una gran impulsora de la industria y la agricultura. Uno de los momentos culminantes de su reinado constituye su primera expedición a las tierras de Batea, de donde, además de innumerables riquezas, trajo gran variedad de plantas que adaptaría al clima egipcio.

A pesar de su probada habilidad e iniciativas para beneficio de Egipto, tuvo que resistir todo tipo de intrigas y desafíos, durante los treinta y tres años que duró su reinado, de los dirigentes masculinos, incluido su hermano Thothmes III. Su historia y sus palabras quedaron grabadas en los templos que levantó y en la pirámide del Valle de los Reyes donde fue sepultada.

SITTING STATUE OF HATASU.

 

Nefertari Reina de Egipto (1292 - 1225 A.C.)

El matrimonio de Nefertari, reina de Nubia, con el faraon Ramses II de Egipto, acabó con años de guerras entre ambos reinos. Esta unión supuso un armisticio que duró más de cien años. Esta unión, además, es recordada como una de las más grandes aventuras amorosas reales de la historia. Ramses, en su recuerdo, levantó el templo de Abu Simbel, uno de los monumentos más hermosos e impresionantes de la humanidades. Nefertari, por este motivo es considerada como la reina de la paz.

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Makeda de Saba (Siglo X A.C.)

 

La Biblia (Libro de los Reyes, 10:10) recoge que el rey Salomón, rey de Judea, en su visita al reino de Saba, recibió innumerables presentes en oro, especias y piedras preciosas de la reina que en aquel momento dirigía el país. El pasaje Bíblico se refiere a la reina Makeda. Ambos, más tarde, tendrían un hijo juntos, de quien el rey Salomón, recuerda el gran parecido físico que el niño tenía con su abuelo, el legendario Rey David.

La identidad de la Reina de Saba ha sido durante mucho tiempo un tema de debate. Sin embargo, todos los indicios apuntan a que se trata de Makeda, la reina etíope.

Según el folklore etíope, cuando el príncipe Tarmin volvió de un viaje comercial a Israel, trajo información sobre la sabiduría del gran Rey Solomon. A Makeda le fascinó lo que le contaron sobre el monarca de Judea y preparó una caravana cargada de regalos para vivsitar a semejante personaje. Al encontrarse, el rey y reina se enamoraron mutuamente, quedando ella admirada de los conocimientos de él, él, de la inteligencia y hermosura de Makeda. Según la tradición etíope, de este amor nacería Menelek, con quien daría comienzo la más larga dinastía real.

Cuando volvió a Etiopía, Makeda extendió la filosofía del Judaismo, y esta influencia duraría hasta la cultura actual etíope.

 

Candace de Meroe (Siglo I A.C.)

El nombre de Candace o Kentakes, refiriéndose a una mujer, se repite durante una larga época, lo que hace suponer que es un término genérico aplicado a una dinastía de reinas de Meroe (Etiopía).

Se sabe que una Candace detuvo a Alejandro Magno (356-323 A.C.) en su avance por el Valle del Nilo. Siglos más tarde, su nombre es mencionado en Los Hechos de los Apóstoles (8:27) , por Felipe, que vivió durante el siglo I;  Estrabón (63 A.C. - 21 D.C..) habla de Candace, una reina anterior que se sublevó contra los romanos y fue sometida por estos en el año 22 A.C., cuando ocuparon su capital, Napata; Plinio el Viejo (27 A.C. - 63 D.C.) nos informa que cuando los exploradores de Nerón (37-68) atravesaron Nubia, gobernaba una Reina Candace, más allá de la isla de Meroe, y agrega que este nombre era un título común a todas las reinas de ese país.

Los historiadores atestiguan que estas Candaces llevaban la administración civil, dirigían ejércitos, el comercio y las relaciones diplomáticas. A veces, se cita a Candace como la reina madre, con poder suficiente como para tener la última palabra en el proceso de selección del faraón.

 

Cleopatra VII Reina de Egipto (69 - 30 A.C.)

  Cleopatra VII es la más famosa de las siete reinas egipcias que llevaron este nombre. Subió al trono a los diecisiete años de edad. Era de ascendencia griega y africana y dominaba muchos idiomas diferentes: griego, sirio, latín, árabe, hebreo, egipcio y varios idiomas africanos.

Viajó a Roma acompañada de centenares de científicos, expertos financieros, artistas, arquitectos, y otros intelectuales. Resultado de esta visita fue la actualización del calendario romano y del sistema de contabilidad pública.

Para conseguir la supremacía mundial de Egipto, contrató los servicios de dos grandes líderes militares romanos. Convenció a Julio César y, después, Marco Antonio para renunciar su obediencia romana para luchar en nombre de Egipto. Cada uno, sin embargo, encontraría la muerte antes de que se alcanzaran los sueños de conquista de Cleaopatra. Decepcionada, ella misma acabaría con su vida, suicidándose, acabando así con la vida de la que llegaría a ser la reina africana más famosa de la historia.

 

Kahina de Mauritania (Siglo VIII)

Kahina, líder religiosa del siglo VIII, dirigió contra los árabes, los ejércitos formados tropas de Bizancio y las de su propio reino Bereber.

Los historiadores coinciden en resaltar la talla de esta mujer, considerada como una luchadorora de la libertad de su pueblo y líder de la resistencia contra la dominación de los árabes.  Dahia al-Kahina de Mauretania, es descrita por los árabes como "una mujer de piel oscura y una gran cabellera", términos utilizados para designar a los pueblos del noroeste africano.

Aproximadamente hacia el año 690, al-Kahina en su calidad de 'sacerdotisa' y 'profetisa' reconocida, fue nombrada dirigente de las tropas de su país, consiguiendo retener el avance imparable de los ejércitos árabes.

En 701, ante lo que consideraba como inevitable, el avance del Islam, envió a sus hijos a los campamento árabes con instrucciones para que adoptaran el Islam y se unieran a su causa. Más tarde, sus tropas participarían en la invasión de Europa, llegando a dominar casi totalmente la península ibérica.

 

Amina del Pais Hausa (Siglo XVI)

  Durante los siglos X y XI, los Hausa fueron gobernados por las Habe o reinas Kufuru, Gino, Yakumo, Yakunya, Walzana, Daura, Gamata, Shata, Batatume, Sandamata, Yanbamu, Gizirgizir, Innagari, Jamata, Hamata, Zama y Shawata. Siglos más tade, Amina, hija mayor de la Reina Bakwa Turunku, de un reino Songhai del curso medio del Níger gobernó el imperio Hausa entre los años 1536 y 1589. Ella extendió los límites de su Estado hasta la costa Atlántica, fundó varias ciudades y dirigió personalmente un ejército de 20,000 soldados.

En 1536, fundó el Reino de Zazzau en 1536 desde el que se haría con el control de todo el territorio Hausa y poniendo bajo su administración a otros pueblos, como las tierras Nupe e Igala o Idah, estos últimos pertenecientes hasta entonces a uno de los reinos Yoruba., el territorio de los Kano, perteneciente a los Fulani.

Se hizo famosa su estrategia militar basada en levantar campamentos fortificados, que una vez dominada la región se convertían en importantes ciudades amuralladas. Es el caso de la actual ciudad de Zaria, que lleva el nombre de la hermana menor, Zariya.

 

Las Wangel de Etiopia (Siglo XVI)

 

" Muerto el Emperador Eleni, su esposa, Sabla Wangel, asumió el trono, gobernando durante una de las épocas, considera de las más gloriosas, de la historia del Imperio Etíope." , escribió el imán Ahmad ibn Ibrahim, llamado "Gragn" (el Zurdo).

Con la ayuda de los turcos, conquistó nuevos territorios, que supusieron multiplicar por varias veces las tierras gobernadas hasta entonces por los reyes que le precedieron. Para esto, implicó a toda su familia en las guerras de conquista. El  hijo mayor murió combatiendo, y su cuarto hijo, Minas, fue hecho prisionero por el Sultán turco, librándose de la muerte gracias a la intercesión de la esposa del Sultán, Del Wambara.

La vida de Sabla Wangel estuvo dedicada a la guerra, ya antes de llegar al trono. En vida de su marido, compartió con éste sus andanzas , hasta que en la costa del mar Rojo, fue obligado a refugiarse en los montes Dabra Damo, donde murió en 1540.

Cuando su segundo hijo, Galawdewos, fue nombrado rey, Sabla Wangel continuó participando en la dirección política del reino, y se dice que, incluso, dirigiéndolo por encima de su hijo, en calidad de Reina Madre o Emperatriz.

Mientras el segundo hijo, siendo ya rey, combatía en el sur del país, las ayudas largo-prometidas de Portugal le llegaron a Sabla Wangel, que se encontraba en una fortaleza del norte, donde ella había permanecido después de la muerte de su marido. La Emperatriz negoció con el comandante portugués, Christovao Gama, hijo del explorador Vasco de Gama, pasando después revista, montada a caballo, a las tropas portuguesas, formadas por 400 soldados. Sabla Wangel pudo entonces negociar el intercambio de su hijo Minas, preso del Sultán turco, Suleiman el Magnífico, por el hijo de éste, Muhammad. El intercambio tuvo éxito, gracias a los esfuerzos de las negociaciones llevadas a cabo entre la Emperatriz y la mujer del Sultán, Del Wambara.

Tras seis años de guerrear, Galawdewos murió y le sucedió su hermano Minas. Durante su reinado, Sabla Wangel continuó siendo influyente en la corte y en los asuntos religiosos. En la controversia con los Jesuitas, que ya durante el reinado de Galawdewos habían intentado atraer a Etiopía a que aceptara la dirección de Roma, ella era firme partidaria de mantener el cristianismo tradicional etíope que seguía la dirección Ortodoxa. Pero esto no le impidió interceder por los católicos romanos extranjeros que habían sido hecho presos por el Emperador. Su intervención evitó la ejecución del aventurero portugués Bermudes y del jesuíta español Oviedo.

Su última decisión política importante fue lograr, en contra de otros pretendientes al trono, que su nieto, Sartsa Dengel, llegara al él al morir Minas, cuatro años más tarde de ser nombrado rey. Su opción , la historia demostraría que fue acertada, al lograr que Sartsa Dengel mantuviera , sin apenas guerras, integro el territorio del reino a lo largo de los treinta y cuatro que estuvo al frente del Estado.

Sabla Wangel conformó el modelo de reinas etíopes, profundamente comprometidas con los asuntos de estado, que mantuvieron unidas en su quehacer dos cualidades difíciles de congeniar en su tiempo : la apacibilidad y misericordia en sus relaciones diplomáticas, con el valor y la fortaleza en batallas y derrotas.

 

Del Wambara de Adal (Siglo XVI)

  

Al mismo tiempo que Sabla Wangel, emperatriz de Etiopía, sobresalía como gobernate, en el bando de su principal enemigo, el Reino de Aral, otra mijer, Del Wanbara, mantenía su título de Bati, sultana.

Hija del Imán Mehefuz, gobernador de Zayla, un puerto en el Golfo de Aden cerca de lo que es ahora Yibuti, se casó con el Imán Ahmad e, ignorando las protestas de sus soldados, lo acompañó en sus expediciones de conquista de tierras de cristianos en las regiones montañosas del norte. En dos ocasiones, durante las campañas en las montañas de Tigre, quedó embarazada y tuvo dos hijos : Muhammad en 1531 y Ahmad dos años después.

Después de la derrota y muerte de su marido en 1543 y la captura de su hijo Muhammad , ella huyó hacia el norteste del Lago Tana. Más tarde, vuelve a Harar, convirtiéndola en la capital del reyno de Adal. Su primera tarea era hacer arreglos para el intercambio de su hijo mayor, Muhammad, por el hermano del Emperador etíope, Galawdewo, Minas. En esta decisión contaba mucho el peligro que suponía el dejar en libertad a Minas, importante jefe militar, ya que más adelante podía llegar al trono, y ser un enemigo poderoso. A pesar de esto, con la mediación de la Emperatriz Sabla Wangel, madre de Minas, ambos prisioneros fueron devueltos a sus respectivas familias.

Del Wanbara, decidida a vengar la muerte de su marido, nueve años después , se casó con su sobrino, el Emir de Harar, Nur Ibn Mujahid, hijo de la hermana de primer marido, accediendo de esta manera a la mejor posición para llevar a cabo su venganza. El Emir Nur, tras dedicarse un tiempo a la reconstrucción de Harar ( de cuyas obras aún hoy día pueden verse restos) y la reorganización de su ejército, emprendió una nueva guerra de conquista en las tierras cristianas de las regiones montañosas del norte. En 1559, muere en combate el Emperador etíope, Galawdewos, cumpliéndose así el deseo de Del Wanbara de vengar la muerte de su primer marido.

Así pues, ambas mujeres, Del Wanbara y Sabla Wangel, tuvieron vidas paralelas, destacando cada una en la tierra en la que le había tocado vivir. Las dos fueron estuvieron estrechamente comprometidas en las batallas que libraron sus gobiernos : Sabla Wangel, en el Estado cristiano, Del Wanbara en el Estado musulmán. Los dos perdieron a sus maridos en la guerra, y conocieron lo que era ser una fugitiva, una refugiada. Las dos sufrieron la agonía de ver a uno de sus hijos en cautiverio. Los dos lucharon con todo su poder para recuperar a sus hijos. Las acciones de ambas inspiraron a sus seguidores y ayudaron cambiar el curso de la historia.

 

Nzinga de Angola (1582 - 1663)

  En 1580, en el reino mbundu de Ndongo, nacía una mujer extraordinaria, Nzinga Mbandi, cuyo nombre es hoy un símbolo de la lucha por la independencia, que Angola mantuvo contra uno de los que, en otro tiempo, fue uno de los más grandes imperios, Portugal.  Desde 1975, año de la independencia angoleña, el nombre de una calle de la capital, Luanda, recuerda su memoria.

Es conocida por los nombres de Nzinga Mbandi, Jinga, Zhinga, Ginga , Reina Dona Ana o Reyna Singa.

Años antes de su su nacimiento, los portugueses habían conquistado el reino de Ndongo y establecido en Luanda su centro de operaciones para el desarrollo del mercado de esclavos con destino a Brasil. Al principio del siglo XVII, salían desde Luanda una media anual de 10.000 esclavos. El Ngola de Ndongo a cambio de la independencia de su reino, colaboraba con los portugueses en la captura de esclavos de otros reinos vecinos.

Las exigencias de los portugueses fueron aumentando y con ellas el desacuerdo umbundo respecto a las condiciones que los portugueses imponían.

Nzinga Mbandi, hasta la muerte de su hermano, el Ngola o rey de Ndongo, en 1624, había venido ejerciendo como su consejera y representante diplomático ante el reino de Portugal, siendo ella la firmante de varios acuerdos y tratados con los portugueses. Como muestra de buena voluntad, tras la firma de uno de estos tratados, se hizo bautizar como Dona Ana de Sousa.

En 1624 llega al trono, abandona su nombre cristiano, al igual que sus hermanas Kifunji y Mukumbu (Gracia y Bárbara) y habiendo, los portugueses, roto el tratado que ella misma había firmado en nombre del anterior Ngola, se marca como objetivo recuperar la independencia política y territorial sobre los portugueses. Temerosos los portugueses de perder su situación derrocan a Nzinga Mbandi y nombran a un nuevo rey y ella tiene que abandonar el reino, instalándose en Matamba.

Crea el reino de Matamba, y durante un tiempo se dedica a la formación de una gran alianza entre todos los enemigos de Portugal, incluyendo a los holandeses en esa alianza. Después de unos años de esfuerzo, en 1630 levanta un gran ejército en el que participan los reinos de Matamba, Kasanje, Congo, Dembo, Kissama y los Pueblos del Planalto Central.

Las fuerzas de Nzinga derrotan a los portugués en Mbaka en 1643 y continuan con importantes victorias hasta 1648. En octubre de 1647, su hermana Kifunji, importante dirigente religiosa y miembro de su gobierno, pierde la vida en extrañas circunstancias. En 1968, en una emboscada, es hecha prisionera su hermana Mukumbu. El 10 de agosto de 1648, sufre una gran derrota cuando Luanda es recuperada por las fuerzas portuguesas. Tras esta derrota, Nzinga se retiró nuevamente a Matamba, donde permanecerá durante varios años.

En octubre de 1656, la Reina Nzinga negocia el intercambio de presos, consiguiendo la libertad de su hermana Mukumbu a cambio de 130 esclavos y la aceptación de un misionero cristiano en tierras de Matamba. A cambio, Nzinga, que tenía ya 74 años de edad, recibiría ayuda militar si la necesitaba.  Ocho años más tarde, en 1663, moriría manteniendo la independencia de su reino y el respeto del reino de Portugal.

 

Beatriz del Congo (Kimpa Vita) (1682-1706)

Cuando en 1491, los portugueses llegaron a Mbanza Kongo, la capital del Reino Kongo, y convencieron al rey, al Mwenw Kongo, para bautizarse y bautizar a su familia, comenzó la decadencia del reino. Si en un principio, el Mwene Kongo, que tomó el nombre de Alfonso I del Congo, fue tratado por el rey de Portugal de igual a igual, y más cuando un hijo del recién convertido fue nombrado obispo, no tardó mucho tiempo en cambiar esta situación, y verse forzado a aceptar la posición de vasallo del rey portugués y obligado a pagar impuestos, consistentes en esclavos y parte de las riquezas del país.

Los administradores de la metrópoli entraron directamente en contacto, para negociar los impuestos, con los gobernadores de cada zona, y pronto, éstos comprendieron que quien mandaba era el rey de Portugal y no su rey y comenzó la descomposición administrativa del gobierno. Un país que abarcaba todo el norte del actual Angola (hasta Luanda), parte de la actual Rep. Democrática del Congo (hasta Kinshasa) y parte de la actual Rep. del Congo (hasta Brazzaville), fue partiéndose en pequeños reynos gobernados por el Mwene de la región, todos ellos expuestos a las acometidas de portugueses, españoles, franceses y demás que trataban de sacar beneficio de la situación.

Los católicos portugueses, conseguido su objetivo económico, pronto olvidan que allí hay un país que está cambiando su religión tradicional, para adoptar una nueva. Durante decenios no hay un solo sacerdote católico y comienzan a nacer movimientos religiosos que mezclan las tradiciones religiosas autóctonas con aspectos de la nueva religión. Surgen religiones que, cuatro siglos más tarde, podrían considerarse como precursoras de las actuales iglesias cristianas independientes.

En este vacío político y cultural varios profetas mesiánicos se levantaron para proclamar sus visiones socio-religiosas. El más importante de éstos fue Kimpa Vita, una mujer joven que creyéndose portavoz del espíritu de san Antonio de Padua, un santo católico popular y milagrero. Conocida a veces por su nombre cristiano de Dona Beatriz, empezó predicando en la ciudad de la antigua capital del reino, Mbanza Kondo, conocida entonces por San Salvador, diciendo que era voluntad de Dios que fuera restaurada como la capital. Su llamada a unidad encontró gran apoyo entre el campesinado, que acudía a la ciudad pensando que era una especie de Belén bíblico. Ella proclamaba que Jesús, María y sus Discípulos eran Congoleños.

Kimpa inicia una cruzada para tirar fuera toda influencia extranjera, consiguiendo que sectores importantes de la población apoyen esta aspiración. Consigue el apoyo de un general de Pedro IV, uno de los aspirantes, en ese momento, al trono y Portugal, que ve peligrar su saneada posición comercial, utiliza los servicios de un sacerdote capuchino para convencer a las autoridades congoleñas de que Dona Beatriz es una bruja. Acusada de brujería, es sentenciada a la hoguera, y muere, a la edad de 24 años, quemada viva, acompañada por su hijo en brazos.

Convertida en una mártir, su memoria perdurará durante siglos, como símbolo de la independencia del Pueblo Kongo , hasta el punto de que, ya en el siglo XX, Simon Kimbangu, creador de la principal iglesia cristiana independiente, la considera como una de sus santas y mártires.

 

Manthatisi o MaNthatisi de Lesotho (1781-1835)

De 1821 a 1829, gran parte del Africa Austral se ve envuelta en una gran crisis política que provoca constantes movimientos de poblaciones en busca de nuevas tierras. Este periodo, conocido con el nombre de Mfecane , empieza con la ascensión al poder, del rey zulú Shaka y su expansión territorial, sometiendo a vasallaje a todos los pueblos vecinos. Esto provocó guerras en cadena, cuando, para huir de la dominación zulú, un Pueblo emigraba hacia otra región, ocupando tierras habitadas por un tercer Pueblo, que a su vez, iniciaba el mismo proceso de emigración. Muchos pueblos, buscando refugio, se instalaron en las zonas montañosas del actual Lesotho.

Fue, solamente, despues del nacimiento de su primera hija, Nthatisi, cuando la "primera esposa" del rey Mokotjo, jefe tlokwa (uno de los linajes sotho), llamada Moñale, tomó, siguiendo la tradición, el nombre de MaNtatisi; nombre por que que sería conocida por la Historia. Para entones, ya había tenido dos hijos varones, futuros reyes, llamados Sekoñela y Mota.

Cuando murió el rey Mokotjo, en 1917, su hijo mayor, Sekoñela, sólo contaba aún con 13 años de edad, no había pasado la ceremonia de la pubertad lo que le impedía poder acceder al trono. En contra de los deseos de su cuñado, Sehalahala, que aspiraba a convertirse en rey, MaNthatasi fue nombrada Reina Regente, hasta que Sekoñela alcanzara la mayoría de edad.

El ejército zulú del rey Shaka derrotó a otro grupo Nguni, gobernado por Zwide, que se vió obligado a abandonar sus tierras. Zwide, a su vez, atacó a los tlokwa, pero Mokotjo, poco antes de su muerte, consiguió derrotarle. Esta victoria no duró mucho tiempo, y en 1822, gobernando ya, MaNthatisi, son nuevamente atacados por otro grupo nguni, dirigido por Mpangazita, y el ejército de MaNthatisi nuevamente consigue repeler el ataque, pero no sin antes, perder gran parte de sus rebaños de ganado vacuno.

La precariedad de tierras para su ganado fuerza a los Tlokwa a iniciar un movimiento migratorio durante ocho años, durante los cuales, los soldados de MaNthatisi, conocidos como mantatis, sin evitar la destrucción de poblaciones enteras, alcanzaron el Valle del Caledon. Aquí, son derrotados por el joven rey de los kwena (otro de los linajes sotho), Motswetswe (Moshoeshoe).

En este interminable peregrinaje, Manthatisi, que ha conseguido mantener a su pueblo unido, vuelve a encontrarse nuevamente, con Mpangazita, pero ahora, en una situación de manifiesta inferioridad. Para salvar esta debil posición, MaNthatisi reune a toda su gente, junta todo el ganado, y coloca gente y ganado en una hilera interminable que, como si fuera una carga de caballería, haciendo todo el ruido posible, se dirige contra las gentes de Mpangazita. Este, pensando que se enfrenta a un ejército mucho más numeroso que el suyo, huye sin lucha, permitiendo a MaNthatisi recuperar las tierras de su Pueblo.

En 1824, su hijo Sekoñela alcanza la mayoría de edad y es nombrado rey, pero no será hasta 6 años más tarde, en 1830, cuando la madre le entrega el mando. MaNthatisi, en calidad de Reina Madre, se retira a Twala Bogola.  No existen referencias sobre ella después de 1835, fecha en la que se cree que murió.

Fue enterrada en Joalaboholo, monte cercano a Kooaneng. El sitio, es hoy un lugar de peregrinación tlokwa, cuyos jefes se reúnen allí anualmente, para rememorar el pasado.

 

Nandi de Zululand (1778 - 1826 D.C.)

 

El año 1786, Nandi, esposa del rey zulú, dió a luz .un hijo, su primer hijo, a quien pusiron por nombre Shaka. Pero las otras esposas del Rey, le presionaron hasta conseguir que Nandi y su hijo fueran desterrados. Nandi, firme y orgullosa crió a su hijo y le dió una educación como si fuera el heredero del trono. Shaka, años más tarde, se convertiría en el más grade de todos los Reyes Zulu.

Hoy, el Pueblo Zulu usa su nombre, "Nandi," para referirse a una mujer de alta estima y digna de admiración.

 

 

Ranavalona de Madagascar (1790 - 1861)

 Cuando Radama I muere, su esposa Ramavo se convierte en Reina, con el nombre de Ranavalona I.

Defensora a ultranza de la independencia malgache, su mandato fue tachado de xenófobo. Fortaleció el ejército, declaró ilegal el cristianismo, que se oponía a la práctica de la religión tradicional, expulsando de la Isla a todos los misioneros, rompió relaciones con Gran Bretaña y las fortaleció con Francia. El 7 julio de 1857, declaró el destierro de todos los europeos y la confiscación de sus propiedades, provocando el aislamiento internacional de Madagascar.

Fue apodada por los europeos, la Nerón femenina, por la multitud de ajusticiamientos que llevaba a cabo (sólo en 1831, se cree que mató a más de 25.000 personas).

En 1861, muere, sucediéndole Ranavalona II.

 Ranavalona II .- Tal vez, como reacción a la intransigencia de Ranavalona I, su memoria es recordada como la representación de la bondad personificada. Abrió de nuevo, los puertos al comercio internacional; permitió la entrada de misioneros cristianos, acabó con los ajusticiamientos y buscó el asesoramiento de personas, sin tener en cuenta su origen.

Ranavalona III (1862 - 1917)

 Fue coronada reina en 1883, tras haber muerto su tía,  la Reina Ranavalona II. Basó su gobierno en el desarrollo del país y el bienestar de la población. Siendo ya reina, se convirtió al cristianismo e hizo de su religión, la oficial del estado.

Sin embargo, a pesar de su buena voluntad, su reinado estuvo lleno de desgracias y hoy, es considerado como el periodo más negro del Reino. Epidemias: de viruela, cólera y malaria merman la población, a la vez que graves inundaciones acaban con los cultivos de arroz, que se extienden por las grandes llanuras del país. Se producen graves crisis políticas que son aprovechadas por los franceses para imponer su dominio, convirtiendo a Madagascar en un Protectorado francés.

En 1897, las tropas francesas ocupan la Isla, se la anexionan y la reina es desterrada a Argelia, donde morirá en 1917.

 

Yaa´Asantewa de Ghana (1850 - 1921 A.C.)

Yaa Asantewa es una de las figuras mas reverenciadas de la historia moderna de Ghana. En 1900, el Gobernador británico de Ghana logró, tras derrotarle militarmente, desterrar al rey del Pueblo Asante,   a la vez que exigía de las autoridades la entrega del Taburete Dorado, objeto histórico venerado y símbolo de la soberanía e independencia asante.

Temerosos de emprender una guerra contra los británicos, algunos líderes Asante sugirieron que en vez de luchar contra ellos, debían implorar que cambiaran su política represeiva y permitieran el retorno de su rey. Dice la Historia, que, indignada, Yaa Asantewa, la Reina Madre y guardiana del Taburete Dorado, se puso en pie y dijo, "¡No puedo creerlo! Si ustedes, los hombres Asante, no tiran adelante, entonces nosotras las mujeres lo haremos. Nosotras lucharemos contra los blancos hasta que la última de nosotros caiga en los campos de batalla."

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Yaa Asantewa dirigió a su nación en la última guerra Asante contra los británicos. Indignada por la brutalidad de los británicos en los métodos para imponer su dominio, el 28 de marzo de 1900, Yaa Asantewa inició la guerra de independencia, movilizó a las tropas Asante y puso cerco durante tres meses a la misión británica del fuerte de Kumasi. Los ingleses tuvieron que llevar miles de soldados y artillería para romper el sitio. En venganza, las tropas británicas destruyeron numerosas poblaciones, matando a mucha de la población asante y confiscando sus tierras. Capturaron a la  Reina Yaa Asantewaa a quien desterraron a las Islas Seychelle, en la costa del este de Africa, mientras la mayoría de los jefes capturados fueron hechos prisioneros. Yaa Asantewaa murio en el destierro, veinte años más tarde. 

 

Nehanda de Zimbabwe (Siglo XIX)

Nacida en una familia religiosa, Nehanda desarrolló sus capacidades espirituales, y a una edad joven era uno de los líderes religiosos más influyentes de Zimbabwe.

Cuando los colonos ingleses invadieron Zimbabwe en 1896 y empezaron a confiscar las tierras y ganados, Nehanda y otros líderes declararon la guerra. Fue la que se conoce como Primera Chimurenga o Guerra de Liberación. Al principio lograron grandes éxitos, pero cuando los colonos recibieron la ayuda militar inglesa, Nehanda fue capturada, juzgada (En su defensa, Nehanda declaró que ella era sólo un medium del espíritu de Murenga Sororenzou Pfumojena) y ajusticiada la mañana del 27 de abril de 1898. Nehanda, hoy, cien años después de su muerte, continúa  siendo considerada la persona más importante de la historia moderna de Zimbabwe, y llamada respetuosamente Mbuya (Abuela) Nehanda.

En 1971, casi ochenta años después de su muerte, el espíritu de Ambuya Nehanda entró en el cuerpo de otra mujer. Ella fue reconocida por las fuerzas rebeldes del ZANU , que luchaban contra el gobierno segregacionista de Ian Smith, y cuando ella dió la señal, se inició la segunda Chimurenga, la guerra de liberación que llevó a Zimbabwe a la independencia.. A su muerte, en 1973, fue honrada como la principal héroe nacional del país.

 

...Y Cientos Más

Y si las anteriores son de las mujeres más citadas en la historia de Africa, cientos de mujeres, con nombres conocidos unas, desconocidas la mayoría, serán igualmente citadas en el futuro.

Algunas con nombres conocidos como Funmilayo Ransome Kuti de Nigeria,  de las primeras defensoras de los derechos de la mujer en Africa (dicen que fue la primera mujer africana en haber conducido un automóvil). Margaret Ekpo y Mokelu, primeras mujeres de Nigeria con puestos de responsabilidad política. Sawaba, que obligada a casarse a los 16 años, y sin posibilidad de recibir formación académica de ningún tipo, supo aplicar las enseñanzas de su vida a una acción política independiente entre las mujeres de Nigeria. Shariefa de Sudáfrica, Agnes Siyiankoi de Kenya, mujer maasai que se atrevió a desafiar muchas de las tradiciones culturales de su Pueblo que mantienen marginadas a todas las mujeres maasai. Nana Konadu Agyemang Rawlings, de Ghana, que desde hace años, viene utilizando el proceso democrático del país como fermento de lucha contra la marginalización a que el proceso de globalización está sometiendo a las mujeres en particular y a todo el país de forma general. Mamaíta Yoko, de Sierra Leona, que durante la descolonización inició el movimiento contra la obligación de la dote matrimonial. Nana Konadu Agyemang, de Ghana, Yai de Costa de Marfil y su lucha contra la desigualdad que habitualmente provoca la poligamia, Ana Owiti de Kenia o Charlotte Mjele de Sudáfrica y sus aportaciones para detener el SIDA, Lorraine Nesane de Sudáfrica, etc, etc, etc. (añada Ud. los nombres)

Y cientos, miles de mujeres desconocidas, que trabajan en los campos de la literatura y el arte, de las ciencias y la universidad, que se oponen a las sanciones sociales que, por las acusaciones de brujería, ponen en peligro a muchas personas africanas. Que se niegan a que sus hijas sean sometidas a las mutilaciones sexuales tradicionales. Que participan en talleres y microempresas , ....

Con nombre y sin nombre,  la historia recogerá sus aportaciones a los cambios históricos del continente.

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