Matrimonio

 

Matrimonio
  Bantú
Matrimonio
Kwanyama

Matrimonio
Igbo

Matrimonio
Akan
  

Independientemente de los aspectos formales introducidos por las administraciones estatales y por las religiones musulmana y cristiana, implantadas en todo el continente, en la mayor parte de Africa se mantienen muchos aspectos de las formas tradicionales de realizarse el matrimonio en cada grupo étnico.

Las costumbres en torno al matrimonio están en un proceso rápido de cambio en gran parte de Africa. La variedad de formas de matrimonio y costumbres en torno al mismo varían enormemente de unos Pueblos a otros. Como formas y costumbres características africanas practicadas en diferentes regiones, se pueden entresacar las siguientes:

Matrimonio Mujer + Mujer :

En el oeste africano, aunque está cayendo en desuso, eran muy numerosos los matrimonios entre dos mujeres. Es una unión social, no sexual. Una mujer rica (novio), conviene con una familia más pobre el casamiento con una de sus hijas (novia) .  El “marido” normalmente una mujer fuerte económica y socialmente busca con esta unión, atender mejor las necesidades de los trabajos agrícolas, las labores de la casa, cocinando y crear una familia .  A menudo, este marido es una mujer estéril con deseos de empezar a criar una familia .  Ella  “la esposa,” normalmente una mujer de bajo nivel social , consigue mediante este matrimonio una seguridad económica y un ascenso social .  Algunas veces, es una solución para una mujer que ha enviudado sin haber tenido descendencia de su difunto marido, o se ha separado de un marido alcohólico, o tiene a su marido en la emigración. Antes de la ceremonia de la boda, el novio escoge a un amante masculino para su novia. El deber de este amante es producir hijos  sobre los que no podrá exigir ningún derecho económico o de custodia sobre ellos. El amante participa en la ceremonia de la boda y la sociedad aprueba esta costumbre debido a la oportunidad dada a los hombres para procrear aun cuando ellos no son financieramente capaces para poder casarse.

Monogamia - Poligamia

En un estudio realizado en 1996, sobre 136 sociedades africanas, se constató que aunque la poligamia (un hombre tiene varias esposas) es práctica habitual en muchas sociedades, la mayoría de los matrimonios africanos es monógama .

Se aducen razones económicas para apoyar la poligamia. Es financieramente beneficioso para un hombre tener varias esposas que suponen un aumento de la mano de obra para los trabajos agrícolas de las tierras del marido. Sin embargo, algunos hombres polígamos, tienen demasiadas bocas que alimentar que le lleva a un endeudamiento progresivo. A veces, las familias entregan a algunas de sus hijas como novias para, a través de la dote recibida, pagar deudas. También se dan casos en los que se casan repetidamente para presumir de poder económico.

Hay motivos sociales que también contribuyen a la existencia de la poligamia. En algunas sociedades, el número de esposas es un símbolo de prestigio social. A veces, la primera esposa anima a su marido para que se case de nuevo, para descargarse de parte de su carga con el trabajo que le da la crianza de los hijos, los quehaceres de la casa y las labores del campo, especialmente en caso de enfermedad o vejez . La primera esposa suele ganar importancia social cuando su marido adquiere más esposas .  En otras ocasiones, los maridos se casan con mujeres de diferentes familias para aumentar sus alianzas sociales y políticas.

Los motivos sexuales contribuyen a la presencia de la poligamia en aquellas sociedades en las que se mantiene la tradición de uno o dos años de abstinencia por parte de la mujer que ha parido un hijo, considerando que ese comportamiento garantizará la calidad de la leche materna. Si la primera esposa no ha tenido hijos, a menudo se le responsabilidad a ella al considerarse que es ella la estéril, y en esos casos, el hombre vuelve a casarse para continuar el nombre familiar. Esta solución, en caso de que con la nueva esposa haya descendencia, acaba con la humillación y la desgracia social que el no tener hijos supone en algunas sociedades africanas.

A veces la poligamia produce más efectos negativos que los problemas que pretende resolver.  Algunas esposas disputan entre sí por problemas de celos y copetitividad y chantajean al marido desarrrollando la animosidad de sus hermanos contra el marido. Para evitar estos problemas, a veces, el marido opta por instalar a cada esposa en casas muy separadas, pero el resultado suele ser, no solo el distanciamiento físico, sino también el distanciamiento emocional entre él, sus esposas, y sus hijos. Estas situaciones pueden llevar a las esposas a tomar amantes o centrar su atención exclusivamente en el cuidado de los hijos. Por otra parte, la desigualdad de las esposas menores suele ser otro efecto en muchos casos de poligamia. Las esposas menores no se sienten libres para expresar sus opiniones, sobre todo si creen que estas opiniones no van a gustar a la primera esposa. Suele ser habitual, que la esposa menor reciba menos amor de su marido y una educación de peor calidad para sus hijos que la esposa primera.

Levirato

En muchas sociedades africanas, se practica el levirato, práctica que consiste en que cuando una mujer enviuda, se case con un hermano de su difunto esposo.


 

Matrimonio Bantú

Siendo cientos los pueblos de adscripción bantú nos referiremos a continuación a algunos de los rasgos que, con diferentes variantes, se repiten en un gran número de ellos.

El matrimonio es considerado como una obligación para con la comunidad ya que es el nexo que da continuidad a la a la relación entre todos los que la forman: los antepasados, los vivos y los que nacerán. En este sentido, tiene un carácter sagrado

Aunque hay una gran variedad entre la edad en que es considerada apta para el matrimonio (para los Bubi apenas superada la pubertad, para los Kuañama a partir de los 25 años para la mujer y los 28 para el hombre) pero en general, el joven es apto para el matrimonio cuando ha demostrado que es capaz de ganarse la vida, construir la casa y ha ahorrado para pagar la dote; en cuanto a la joven, debe tener experiencia suficientes para llevar a cabo los trabajos de la casa y el campo. Según cada caso, hace tiempo que ambos pasaron los ritos de la pubertad.

El Noviazgo

En la mayoría de pueblos bantús, en la actualidad, son los jóvenes quienes eligen su pareja salvo en aquellos casos en que según la familia un joven o una joven están retrasando excesivamente el matrimonio, en cuyo caso un familiar, generalmente el tio materno de más edad inicia las gestiones para encontrar pareja al familiar.

Las relaciones prematrimoniales varían desde el caso en que habitualmente una muchacha  es frecuentada por un solo joven, como es el caso de Ovambo y Bakongo, hasta la situación de otros muchos grupos étnicos en que una joven mantiene relaciones simultaneas con varios jóvenes, como por ejemplo entre Ñaneka y Himba. En ese último caso, el joven elegido suele ser aquel que duerme con la joven; en el caso de los Himba en la casa de los padres de la joven y en otros es el joven quien llama a la joven, a través de un pariente joven, para que vaya a casa de los padres del joven. En estas relaciones son aceptados los abrazos y las caricias pero sería una afrenta a las leyes tradicionales ir más lejos. Entre los Herero, la joven es acompañada en esta visitas por una hermana o una prima más joven a quien se le llama omona wopokati (la joven de en medio) ya que su misión es dormir en medio de los novios.

En muchos grupos bantús la relación de noviazgo se materializa tras la entrega de un regalo por parte del joven a la candidata y la aceptación por parte de ésta, tras lo cual ambos ponen en conocimiento de sus familias de sus proyectos matrimoniales.

En la mayoría de los pueblos bantús, aunque la elección la hacen los jóvenes, estos se suelen someter a la aceptación por parte de las respectivas familias de sus aspiraciones matrimoniales. Una vez aceptadas las relaciones, que depende no solo de que den el visto bueno a la honestidad y laboriosidad del aspirante sino de que no existan tabús que prohiban los matrimonios entre sus respectivos clanes, el siguiente paso es fijar la cuantía de la dote.

La Dote

La fijación de la dote es el acto definitivo del compromiso de matrimonio que establecen los clanes de ambas familias y suele estar muy reglamentado. Su cuantía suele ser fijada en una reunión a la que asisten los jefes familiares o clánicos del novio y tras discutir con el padre y el tio materno de la novia queda establecida la misma.

El contenido de la dote puede ser muy diferente según del pueblo del que se trate. En general, se suele componer de dinero en efectivo además de artículos para la casa, ropa para los padres o abuelos, etc. En los pueblos ganaderos una parte importante suele consistir en ganado.

En una fecha determinada o momentos antes de la ceremonia matrimonial se hace entrega de la dote delante de las familias de los contrayentes. Es una fiesta con cantos, bailes y mucha bebida y comida.

En algunos pueblos, antes de la entrega de la dote se hace una ceremonia en la que la novia es raptada y conducida a la casa del novio donde es consumado el matrimonio; y sólo después de esta ceremonia se lleva a efecto la entrega de la dote.

En algunos paises, para evitar los abusos en las dotes, el Estado ha estipulado las cuantías de las dotes. Dada la importancia familiar del tio materno, a veces, los intereses personales de éstos suele hacer inviable un futuro matrimonio por lo que no es extraño que una pareja recurra a los hechos consumados y una vez embarazada la novia no le queda a la familia de la novia más remedio que llegar a un acuerdo sobre la dote.

El significado de la dote se suele entender como el signo de alianza entre clanes o como una compensación a la familia de novia que pierde un miembro en beneficio de la otra familia. Pero es ante todo un signo de la legitimidad del matrimonio, hasta el punto de que una pareja que viviera sin haber mediado una dote puede ser considerada como una relación de concubinato.

La Ceremonia Matrimonial

Tras la entrega de la dote se suele realizar una ceremonia, que puede ser en fechas posteriores a la de la entrega de la dote, en la que los novios dan públicamente su consentimiento a la unión.

Es habitual que la novia acuda con toda su ropa regalada por el novio. En algunos pueblos, tras el consentimiento ambos beben de un mismo baso un vino ritual, tra lo cual todos los familiares celebran la fiesta. Ente los Kwañama, las familias no se juntan sino que cada familia celebra, bajo árboles cercanos pero sin mezclarse, la fiesta cuya base fundamental es el asado de un buey o una vaca que ha sido regalado por el novio y gran cantidad de cerveza que durante las semanas anteriores han venido preparando las mujeres..

Sin embargo, las variaciones son grandes y mientras que entre los Nyaneka apenas si se distingue el día de la unión definitiva, entre los Kwañama se realiza a la vez el rito de iniciación de las jóvenes (que se hace cuando rondan los 25 años) y la ceremonia de matrimonio; tan identificadas están ambas ceremonias que aunque una joven no tenga novio se dice, una vez pasada la ceremonia, que está casada y por lo tanto es libre de mantener relaciones sexuales con otros jóvenes. En pueblos del sur de Angola la fiesta no se celebra el día en que se consuma el matrimonio sino días más tarde.

A veces, la ceremonia matrimonial acaba con los consejos sobre como debe ser su vida en adelante que los padres dan al nuevo matrimonio

En muy pocos pueblos bantús se realiza la prueba de virginidad, no teniendo importancia en la mayoría el que la novia fuera virgen o no al matrimonio.

El nuevo matrimonio se establecerá en la casa o cerca de la casa de los padres de la novia o del novio según la costumbre de cada grupo étnico. Cuando viven en casa de los padres o de otro familiar será tras el nacimiento del primer o segundo hijo cuando normalmente construirán su propia vivienda. En los pueblos donde se practica la poligamia, sólo cuando el marido ha construido su propia casa es aceptado que tome una segunda esposa.

Reglas Matrimoniales

La fidelidad no es un valor general en todos los pueblos bantús. Mientras que en unos grupos la infidelidad es causa de divorcio si la otra parte lo quiere en otros raramente se apela a ella como causa de separación. Existe tambien casos,  como es el de los Ñaneka, en que el oku-liyepa (cambio de mujeres) es como un adulterio mutuo consentido. Entre los Himba estas relaciones se hacen sobre todo entre primos paternos. Estas relaciones pueden durar años y si vienen hijos, éstos tendrán dos padres, uno natural y el otro legal. En general la autoridad del segundo sobre el hijo suele ser superior a la autoridad del padre natural

En los casos de poligamia, la primera mujer suele ser considerada como prima inter pares contando con algunos privilegios de carácter familiar o ritual. El marido está obligado a alternar regularmente sus relaciones sexuales con todas las esposas; en algunos pueblos esta alternancia está estrictamente regulada,  . Aunque con excepciones, las relaciones entre las esposas son más cercanas a las que se dan entre hermanas que de competición.

En el caso de muerte de la esposa lo más habitual es que busque otra esposa. En el caso de la mujer se da la misma situación pero en muchos pueblos el hermano del difunto está obligado a tomar como esposa a la viuda de su hermano.

El Divorcio

La estabilidad matrimonial varía mucho de unos pueblos a otros pero es más habitual que la estabilidad sea precaria.

Los motivos de separación son casi siempre los mismos: enfermedades incurables; impotencia absoluta o incluso temporal del marido; la esterilidad, achacada siempre a la mujer, en unos pueblos es razón para la separación y en otros, aunque no sea motivo de divorcio se suele alegar como un pretexto más; la conducta violenta del marido, en la mayoría de los pueblos bantús, no es causa de divorcio; la infidelidad, especialmente la femenina, en unos pueblos es razón para el divorcio, mientras que en otros, por ejemplo, en los pueblos del suroeste de Angola, raramente es invocada; la acusación de brujería de uno de los cónyuges es casi siempre aceptada como causa de separación.

Cuando se produce una separación, las familias que en su momento intervinieron como parte muy importante en la unión de la pareja, volverá a intervenir de la misma manera; en un primer momento para intentar que la ruptura no se produzca y si esta es inevitable para acordar los términos de la separación. Estudiarán con detenimiento las causas y si finalmente la mujer es considerada como la causante, entonces, su familia estará obligada a devolver la dote que en su momento recibió. En cuanto a los hijos, irán con la familia de la madre en el caso de matriarcado, o con la del padre, en el caso de patriarcado. Sin embargo, esto no siempre es estricto y puede darse toda clase de alternativas, incluida la de que el hijo (a) o los hijos(as) elijan con quien desean quedarse.

No siempre la separación es definitiva y en caso de reconciliación, pueblos como los Hakabona o Dimba, han instituido un pequeño rito cuyo nombre viene a significar "juntarse de nuevo".

La Muerte de un Cónyuge

En algunos pueblos bantús, cuando un cónyuge fallece, el sobreviviente debe someterse a una ceremonia de purificación con el objetivo de librarse de visitas inoportunas del difunto y de volverle moralmente apto para un nuevo matrimonio. El rito al que se somete el viudo suele ser de una gran simplicidad, en tanto que para las mujeres, la ceremonia es muy complicada y llena de simbolismo.

Una viuda que no encuentra rápidamente un nuevo pretendiente pasa a pertenecer al grupo de "mujeres libres" o "mujeres sin marido". Durante este periodo son libres de mantener relaciones temporales con diferentes hombres sin que comporte ninguna complicación social o jurídica. En los pueblos donde esta costumbre está muy extendida suele coincidir con los pueblos en que la prostitución es inexistente o casi desconocida.


Matrimonio Kwanyama

 

Para poder casarse, la novia debe haber pasado por la ceremonia de iniciación llamada efundula. La iniciativa suele partir de uno de los jóvenes. Hecha la proposición, si el otro la acepta (aunque es normal que los jóvenes lo consulten con sus madres, ya no es preceptivo su consentiento), el novio envía a una joven de su propia familia para entregar un brazalete de metal a la novia. Éste, constituye el primer compromiso de matrimonio y recibe el nombre de okuputula.

Efundula en 1920

Efundula en Ondjiva el 12/11/2002

Algún tiempo más tarde, la novia será invitada a ir a buscar a casa del novio algunas piezas de vestir. Cuando la casa del novio está lejos de la casa de la novia, ella puede pasar allí la noche, pero deberá ir acompañada por otra joven. Esta es la única ocasión en que se le permitirá pasar la noche en casa del novio pues, a diferencia de lo habitual en otro pueblos vecinos, es el novio quien va a la casa de los padres de la novia, cuando desea pasar la noche con ella. En estas ocasiones, no les es permitido el coito aunque si las caricias, durmiendo con una joven dela familia del novio entre ellos.

Si durante este periodo la joven es encontrada con otro hombre, éste debe pagar al novio un multa de varias gallinas. (Después del matrimonio darán bueyes). Si por alguna razón, el noviazgo se rompe, la novia debe devolver los regalos recibidos.

Para tener derecho a llevar a la novia a casa del novio y comenzar la vida conyugal, el novio debe haber entregado al padre de la novia (no al hermano de la madre de la novia, como en la mayoría de los pueblos bantús) la dote, okuonda, consistente en un buey y cuatro azadas (en la actualidad, a veces, se entrega el dinero equivalente). Las azadas es el regalo para la madre. Si se dan el caso de que llegado el día en que la novia se traslada a vivir en casa del novio, y aún el okuonda no ha sido entregado, no les está permitido consumar el matrimonio. El hecho de que el okuonda tiene un valor económico importante y debe ser devuelto en caso de rompimiento del matrimonio, hace que ante este peligro la familia de la novia intervenga para evitar la ruptura, si es posible.

La nueva esposa pasa cuatro noches en la casa del novio y la quinta vuelve a casa de sus padres, donde pasará las cuatro noches siguientes. El marido puede ir con ella después del primer día, pero no es lo habitual, sino que lo normal es que él vaya la última noche a casa de sus suegros para al día siguiente volver con la esposa a la vivienda del nuevo matrimonio. En el caso frecuente de que el marido ya tenga otra esposa, lo habitual es que la nueva esposa espere hasta un mes, viviendo en casa del novio pero sin mantener relaciones y durmiendo durante ese tiempo, junto a las demás jóvenes de la familia del marido. Cada esposa tiene su propia vivienda para ella y sus hijos.

En las situciones de poligamia, que suelen ser habituales, el marido está obligado a visitar  a sus mujeres según una alternacia regular dependiendo del número de esposas. La transgresión de esta norma acabará invariablemente con la deserción de la esposa abandonada. Esta alternancia recibe el nombre de okuenda ombada.

El matrimonio kwanyama mantiene la más estricta separación de bienes. Si la mujer posee ganado vacuno o ganado menor, raramente confiará su cuidado a su marido. Las tierras de labranza se mantienen separadas, así como sus frutos, de manera que, aunque la mujer trabaje las tierras del marido, el fruto de sus tierras seguirán siendo de ella mientras que la cosecha de las tierras del marido se repartirá entre sus hijos y el marido. Para la comida principal de la tarde cada mujer cocina separadamente para ella y sus hijos, además de la ración para el marido. La esposa debe abastecer del grano necesario para amasar la harina diaria necesaria para la comida, desde la cosecha hasta el mes de osikukutu (agosto-septiembre), y el marido a partir de ese mes. Las esposas trabajan las tierras del marido un día de cada dos, ositemo omweneumbo ("la parte de la azada del jefe de la casa"). En años de escasez, el marido debe conseguir el alimento necesario para toda la familia, y si no lo hace, la mujer está obligada a marcharse con sus hijos a casa de su familia si ésta puede mantenerlos.

Cuando el marido abandona la casa durante unos dias para visitar a sus familiares o amigos, va acompañado generalmente por una de sus esposas. Para este acompañamiento debe cumplir tambien con la okuenda ombada. Durante su ausencia, en otros pueblos bantús vecinos, el marido prestaba la esposa que quedaba en casa a un huesped a quien él aprecia especialmente, en cambio, entre los kwanyama, a veces se invitaba a un hombre soltero que hubiera pasado la ceremonia de la mayoría de edad.

Después del fallecimiento de uno de los cónyuges, el sobreviviente tiene la obligación de someterse a la ceremonia  del olufi, que consiste en absorber una droga suministrada por un curandero y un acto sexual simbólico, en el que la parte genital del otro sexo es moldeada en arcilla. Es obligatorio para aquellos que van a casarse nuevamente y la no observancia de este rito puede tener consecuencias fatales.  


Matrimonio Igbo

En general, el pueblo Igbo considera que la principal finalidad del matrimonio es la de tener hijos. La posición de una esposa en la familia de su marido permanece inestable e imprevisible hasta que ella engendre a un hijo. Su posición se refuerza si el hijo es varón. De hecho el nacimiento del niño le da el título de esposa. El destino de una mujer sin descendencia es de hecho muy duro. No es extraño que sea objeto de murmuraciones y que se le ridiculice entre sus vecinas, con comentarios del estilo: "Es una Mgbaliga (monstruo mitológico estéril que tiene los órganos maternos sólo como decoración) . 

Es costumbre que las mujeres sin hijos recurran constantemente a los Dibias (médicos tradicionales), quienes les recetan determinadas plantas y raices que consideran puede ayudarles a quedar embarazadas. Cada vez más, hoy día, estas situaciones son tratadas en los hospitales y clínicas de maternidad extendidas por todos los centros urbanos del país Igbo.

 

Antes del Matrimonio de Igbo

El Joven Antes de Matrimonio

En cuanto un muchacho alcanza la pubertad, o antes, pasa por una prueba juvenil durante la cual se le forma en los asuntos de los adultos. Los conocimientos adquiridos durante esta época (entre los 10 y 15 años de edad), son además un entrenamiento riguroso en la disciplina personal y la preservación estricta de secretos, y estos secretos nunca deben ser revelados a una persona del sexo opuesto ni a un joven varón que aún no ha pasado por esa prueba.

Tiene que demostrar su valor.   Debe construir su propia vivienda, separada de la de su padre. Antes, debía fabricar sus propias armas y herramientas de labranza. Es el tiempo en que un joven tratará de sobresalir en actividades competitivas como la lucha y la danza (mientras, las muchachas de su edad permanecen entre los espectadores), y también, de demostrar su habilidad en el trabajo.

Pasada esta época, el joven comenzará a desarrollar actividades más productivas para la comunidad y pasará por la ceremonia que le dará entrada oficial en la sociedad  de los adultos. A partir de entonces, estará obligado a pagar impuestos al estado y se le permitirá casarse y crear una familia.

La Joven Antes de Matrimonio

Antiguamente, cuando llegaba a los nueve o diez años, ayudaban a las labores de la casa, trayendo agua, barriendo y limpiando la casa, recogiendo leña y preparando la comida.  En días del mercado, acompañará a la madre para aprender a desenvolverse comercialmente. A los tres o cuatro años, la madre le enseñaba a llevar un puchero sobre la cabeza para que la niña fuera adoptando un aire erguido y elegante en sus maneras de caminar. Ésta era la iniciación de la muchacha en los deberes de la casa y de su éxito en este campo dependería en gran medida el conseguir un buen marido.


Matrimonio Akan

Las características de los modelos de matrimonios Akan (matrimonios entre "primos cruzados", el levirato, etc.) son una muestra de la importancia de las alianzas entre linajes diferentes en esta sociedad matrilineal..

Los matrilineages locales son los ladrillos fundamentales de la sociedad Akan, de su economía y su organización política. Los akan se interrelacionan entre si a a través de matrimonios entre personas de diferentes linajes (matrimonios exógamos) de la misma aldea o centro urbano (endogamia local), y a través del llamado matrimonio entre "primos cruzados". Esta última institución crea un sistema circulante de intercambios matrimoniales entre todos los linajes que residen en la misma población.

Matrimonio entre Primos Cruzados

Según este sistema, un hombre akan se casa con :

Levirato

Otra forma de fortalecer y promover intercambios y alianzas entre los linajes locales akan, es la institución del levirato, mediante la cual la viuda de un hombre debe casarse con un hermano del esposo difunto.


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