En 1996 el reino kwanyama fue restaurado en Namibia. El año 2001 el "Mandume Traditional Community Discussion Committee" (MTCDC), hizo llegar a las autoridades de Namibia su objetivo de reunificación del antiguo reino, hoy dividido entre Angola, donde vive la mayoría del pueblo kuañama, y Namibia, lo que conllevaría el cambio de fronteras hasta unos 60 kms. hacia el norte, en territorio angoleño. Entre los planes del mencionado Comité se incluyen el establecimiento de la sede oficial del reino Oukwanyama en Oihole o en Ondjiva, Angola; y la petición a los gobiernos de Portugal y Sudáfrica, a quienes consideran responsables de la destrucción del reino, para que contribuyan con 8 millones de N$ (unos 960.000 euros) para la restauración del reino. La última reina kwanyama, Mwadinomho Martha Kristian Nelumbo , se instaló el 12 de noviembre de 2005 en su residencia de Omhedi.

Economía: Practican una economía mixta de agricultura y grandes manadas de ganado vacuno, que complementan con la pesca que llevan a cabo en los remansos poco profundos y corrientes de agua llamadas oshanas.

Hasta los años 80 era habitual que un gran número de jóvenes trabajadores kuañamas trabajaran en las minas de diamantes . Emigraban durante unos años hasta ahorar el dinero suficiente para poderse casar , comprar ganado propio y crear una nueva familia cerca de su familia. Hoy, muchos continuan en la industria minera pero ahora participan también en la industria pesquera que se ha desarrollado mucho en los últimos años.

La confección de copa, las tallas en madera, la alfarería y la cestería proporcionan ingresos adicionales a muchas mujeres que tradicionalmente se dedicaban a los cultivos a al cuidado de los hijos. Desde la independencia son más los kuañamas que se dedican al comercio, trabajan como enfermeras o maestros, etc.

Sociedad:   Se dividen en 15 clanes diferentes, de los cuales diez llevan nombre de animales y el resto de plantas, aunque el nombre corriente puede ser diferente. Así, el clan de los ovakwahepo, los miserables, es el clan de las langostas. Los ovakwhnali o clan de los funerales, es el de la antigua familia reinante, una rama de importante clan de los bueyes, ovakwana ngobe. Estos nombres no tienen un carácter totémico, no existen cultos o tabús en relación al animal o planta que da nombre a un clan. Solo el clan de los ovakwanyoka, clan de la serpiente tiene un tabú por el que una mujer embarazada no puede casarse durante el embarazo. Y en el clan de los ovakwahepo, está prohibido que una mujer de a luz un hijo fuera de la casa del padre, aunque la unión fuera ilegítima.

El pueblo Kwañama ha sido una sociedad matriarcal en la que los hombres poseían la autoridad pero la herencia se transmitía por línea materna. Ultimamente, la influencia del cristianismo, el trabajo en la emigración, y la independencia económica, está influyendo en una mayor tendencia hacia una sociedad patrilineal. Ellos son jinetes excelentes y los caballos poseyendo son una cuestión de prestigio dentro de su sociedad.

En el pasado, cada comunidad estaba encabezado por un jefe hereditario que gobernaba desde la dirección del Consejo de cabezas de familia. Debido a la influencia cristiana y de la imposición de las normas europeas hoy día la autoridad hereditaria ha perdido su poder en beneficio del Consejo de cabezas de familia. La distribución de la tierra ha dependido tradicionalmente del jefe de la comunidad. La tierra no se posee en propiedad, y no puede venderse o heredar cuando su ocupante fallece. En este caso, las autoridades locales toman la decisión de si el terreno en cuestión va a alguien de la misma familia o se reparte con más personas.

En las zonas rurales cada clan familiar posee su propio kraal (eumbo) qué se parece a una aldea pequeña rodeada por una empalizada. Las casas en estos pueblos son redondas o cuadradas con tejados de paja y hay siempre un espacio para el almacenamiento de mahango o mijo. El eumbo está rodeado por las tierras de cultivo familiares, y en el centro de cada kraal se mantiene el sagrado fuego ( omulilo gwoshilongo ) que se mantiene encendido en todo momento.

Derecho:   Desde la imposición de la administración portuguesa, en 1917, fue cambiando el ejercicio del poder judicial. Por ejemplo, en caso de homicidio o agresiones de las que resultaren heridos graves, se instauró un proceso regular conforme al código penal portugués, y desde 1975 según dicten las leyes del gobierno angoleño. Sin embargo, muchas veces la nueva y la antigua manera de juzgar tales crímenes andan paralelas. Así, según el concepto tradicional, no es sólo un individuo en particular considerado como el responsable del crimen, sino toda su familia, sus representantes deben pagar la debida indemnización al lesionado o a su familia. Y esto, independientemente de la sentencia dictada por el juez. La familia que no cumpla con esta obligación legal tradicional corre el riesgo de recibir la venganza de la familia agredida.

Los delitos más simples son juzgados según la ley tradicional. Se mantienen también las leyes del derecho consuetudinario en lo referente a las herencias. Éstas se rigen conforme al principio de matrinealidad.

Aunque de forma clandestina continúa persiguiéndose y castigando a personas acusadas de brujería, por suerte, desaparecieon los procesos públicos por este delito, que en 1913, según decían los misioneros cristianos alemanes instalados en la región, ocasionabala muerte de cientos de personas anualmente. Hoy, aunque en caso del fallecimiento de una persona, siga siendo normal el que la familia recurra a un kinbandelo para conocer qué persona, brujo(a), "comió el alma" del difunto, nadie se atrevería a llevar el caso ante un tribunal. Una persona acusada de brujería, tendrá generalmente que abandonar la tierra, sanción que se acepta por miedo de cosa peor.

Otra ley semi-ritual que desapareció tras la muerte del último rey, fue el ongodyi, que era el luto público general obligatorio de más o menos 6 semanas, con ocasión de la muerte de un jefe importante, y que en caso de que sucediera en diciembre o enero, tenía como consecuencia un año de hambre.

Religión:   Desde principios de siglo el cristianismo fue ganando terreno en el mundo de las creencias y hoy es la religión mayoritaria. Sin embargo, especialmente en las zonas rurales se mantienen muchas de las prácticas de la religión tradicional basada en el culto a los espíritus de los antepasados. La disciplina a las normas sociales tradicionales se mantiene en gran medida, así como la obediencia a las personas de más edad. Aun se celebran lo que llaman las bodas tradicionales y que son la ceremonia de iniciación de las jóvenes.

Una persona, antes de convertirse en sacerdote, pasa siempre por una larga enfermedad. Finalmente un sacerdote descubre la razón del mal: el enfermo está poseido por el espíritu de un sacerdote muerto y no le dejará en paz hasta que el enfermo esté dispuesto a pasar por una iniciación y consienta en continuar su oficio entre los vivos.   El espíritu de un sacerdote desaparecido se encarna siempre en uno de sus parientes. 

La ceremonia de iniciación dura cuatro días. La parte esencial de la ceremonia consiste en beber la sangre todavía caliente de un animal sacrificado. Después tiene lugar la prueba de adivinación. Los aspirantes al segundo grado, "los que han bebido sangre de cabra", deben pasar por el suiente examen: el sacerdote que ejerce de jefe de la ceremonia ha escondido cacahuetes en un rincón de sus tierras. El aspirante se dirigirá a esas tierras y paseará por las mismas, hasta que llegado al lugar donde se encuentran los cacahuetes ocultos, todo su cuerpo se pone a temblar, comienza a cavar furiosamente con sus dedos y finalmente los agarra con los dientes para llevarlos triunfalmente al jefe de ceremonias. En caso de que el temblor característico no se haya producido, será un signo de que el espíritu no ha querido manifestar todo su poder, y será necesario volver a comenzar más tarde.

Pasada la prueba de adivinación, el aprendiz es iniciado en el empleo de remedios para diferentes enfermedades, al tiempo que recibe la canasta especial de la corporación, así como un collar de conchas, como signo distintivo de su capacitación. Los progresos a grados superiores no se harán sino por el deseo  del espíritu del sacerdote encarnado.

Estos sacerdotes, hombres o mujeres, nunca se dedican de forma exclusiva a este oficio, sino que son personas normales que continuan con sus trabajos habituales como cualquier otro kwanyama.

En los nucleos urbanos se mantienen ciertas formas de celebrar los entierros y pocas cosas más.

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