MURSI
Paises |
Población |
Idioma |
Religión |
Etiopía |
10.000 |
MURSI (MURZI, MURZU, MERDU, MERITU, DAMA) |
Tradicional |
Pueblos Vecinos: Surma , Dizi , Me´en
Historia: Parece que provienen del oeste, es decir, del este de la actual Sudán, donde en otro tiempo habrían formado parte del pueblo Durma. Su existencia, basada en el desarrollo de sus rebaños de vacas y sus escasos cultivos de subsistencia, han estado marcados por la constante vigilancia de su territorio contra los ataques de otros pueblos ganaderos, especialmente los Bodi y los Nyangatom. Estos enfrentamientos por la ocupación de tierras se ha vuelto más dramática desde la introducción de las armas automáticas en la región.
Economía: El ganado vacuno es la principal posesión material para los Mursi. Sin embargo no cuentan con grandes rebaños, calculándose que cuentan con una cabeza de ganado por habitante. El ganado, es además, la primera fuente de subsistencia para sectores de la población (principalmente los niños y los jóvenes) en ciertos momentos del año. Estos grupos, en momentos de escasez de cereales, basan su alimentación en una mezcla hecha con sangre y leche de vaca. En años de mala cosecha, utilizan el ganado para intercambiarlo por cereales con otros pueblos vecinos de la región montañosa.
La agricultura es la segunda fuente económica para su subsistencia. Aunque en un buen año climatológico pueden obtener hasta dos cosechas de cereal (sorgo y maiz), la regular periodicidad de sequías cíclicas, convierte las tierras, durante largos periodos, en terrenos áridos de escasa productividad agrícola. Además, estas sequías provocan la erupción periódica de epidemias (sobre todo de mosca tse-tse) que afectan al ganado. Suelen complementar su dieta con la recolección de miel.
Sociedad: Su organización social está basada por la pertenencia de cada persona a un clan de carácter patrilineal. Nunca han constituido una estructura estatal centralizada, siendo la máxima autoridad de la comunidad el Consejo formado por los hombres casados y teniendo entre éstos una categoría de mayor respeto, los Jalaba, hombres que han logrado una posición de influencia en la comunidad local por sus cualidades personales y, sobre todo, a través de sus habilidades oratorias. Conocidos como Jalaba (Jalabai: cantar) son hombres cuyas contribuciones a reuniones públicas o debates han llegado a ser respetados y valorados por la comunidad en general. Estas reuniones pueden ser convocadas para discutir cualquier cosa, desde donde llevar el ganado en tiempos de sequía o sobre la forma de responder a una demanda del gobierno en particular o una petición al mismo.
Anualmente, los jóvenes solteros Mursi suelen participar en violentos torneos, en los que, al igual que en la Lucha Surma, provistos de largas varas, donga, ponen a prueba su fuerza, su valor, su destreza, que tendrán como recompensa la admiración de las jóvenes casaderas y el prestigio para la comunidad de la región del país Mursi de donde provenga el vencedor.
Si alguna característica del pueblo Mursi ha hecho que sean conocidos muy lejos de su país, no es la constante incertidumbre sobre su futuro ni los muertos que los enfrentamientos con los pueblos vecinos provocan a menudo, sino sus hábitos en el vestido y en la ornamentación corporal. Al igual que otras pequeñas nacionalidades de la región, las mujeres Mursi se insertan en su labio inferior platillos de madera o cerámica que deforman su aspecto natural, mientras que los hombres destacan por su costumbre de tatuarse con dibujos geométricos de color blanco sus cuerpos, habitualmente desnudos.
Religion y Salud: Los mursi creen en una fuerza superior a la que llaman Tumwi, que normalmente se encuentra en el cielo, aunque a veces Tumwi se manifiesta como una cosa en el cielo, como un arco iris o un ave. La autoridad religiosa está en manos del Kômoru o Sacerdote que es hereditario, a diferencia del papel político más informal de la Jalaba. El sacerdote encarna en su persona el bienestar del grupo en su conjunto y actúa como un intermediario entre la comunidad y Dios (Tumwi), especialmente cuando se ve amenazada por acontecimientos tales como una sequía, plagas en los cultivos o epidemias en las comunidades. Su papel se caracteriza por la realización de rituales públicos para atraer la lluvia, para proteger a los hombres, el ganado y los cultivos, para protegerse de los ataques de pueblos vecinos, para salvaguardar la fertilidad de la tierra, de las personas y del ganado. Lo ideal sería que, con el fin de preservar este vínculo entre el pueblo y Dios, el sacerdote no debe dejar el País Mursi o incluso su grupo local (bhuran). Un clan en particular, Komortê, se considera que es, por excelencia, el clan sacerdotal, aunque hay familias sacerdotales en otros dos clanes, a saber Garikuli y Bumai.
Salud: Para el tratamiento de epidemias, sequías y plagas en los cultivos es habitual recurrir a los sacerdotes. Sin embargo, también hay personas (pl. Nana sg. Nani) técnicamente preparadas para actuar como expertos cirujanos si alguien sufre una lesión desagradable durante un duelo ceremonial o si son heridos por una vaca: por ejemplo, un hombre empalado en los cuernos de un toro tenía el estómago vuelve a poner en su torso , y un nani utilizó parte de una calabaza para mantener el estómago en su lugar mientras la piel se cerró y se curó. Sin embargo, son las mujeres sanadoras (pl. Ngerrêa, sg. Ngerrê) las más activas en el tratamiento de enfermedades. Una madre con un hijo enfermo o un adulto incapaz de recuperarse de la fiebre o de alguna otra enfermedad recurre habitualmente a una de estas curanderas. Sentada bajo un árbol a la sombra del sol del mediodía, o alrededor del fuego si es de noche, es normal encontrarse con una mujer que sentada a horcajadas sobre un paciente esté pasando sus manos sobre la espalda desnuda del enfermo. Shh, shh, shh es el sonido que hace mientras recorre sus manos sobre el paciente, con gestos de agarrar la enfermedad y tirarla fuera del cuerpo. Pat, pat, pat es el sonido que hace a la vez que huele lo que parece haber arrancado del cuerpo y dice lo que ha eliminado y depositado en un pequeño montón de tierra al lado de ella. Esto es parte de la técnica llamada leto del sanador. Como pago, la curandera recibe cerveza, avena, café, dinero en efectivo, o hasta una cabra o una vacauna cabra o una vaca se dan a menudo a ngerrêa como pago (tomoga).
Estos médicos tradicionales suelen estar especializados en enfermedades concretas. Algunos son capaces de tratar enfermedades denominadas bhusoy, como rima, kalawari, keno o mênênga, mientras que otros se especializan en muttan, enfermedades que se consideran que tienen una causa ambiental, tales como el kidho. Además de las técnicas de curación de nominadas Leto, también utilizan sustancias como arcilla, estiércol y plantas.
Los Mursi son conscientes de las limitaciones de sus métodos tradicionales de curación, pero el acceso a medicina moderna implica un largo y, a veces, peligroso viaje a la ciudad. Además, tras la visita a un puesto de salud, suelen necesitar acudir a alguno de los establecimientos de los farmacéuticos Jinka o pequeñas clínicas; la atención que reciben aquí es a menudo muy pobre y a menudo en manos de empresas privadas que buscan un beneficio. En los últimos años se han llevado a cabo campañas gratuitas de vacunación contra las epidemias infantiles más comunes. En 2010 una epidemia de sarampión (shisha) llevó a la muerte a muchos niños.
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