Es un museo vivo en el sentido de que además de recojer innumerables restos de las distintas épocas de la dinastía Bamun tiene un especial interés en cuanto que parte de sus contenidos son las prendas, los ropajes, las coronas, capas reales y de altos dignatarios, atributos, tronos, etc. que siguen usándose en la actualidad en determinadas ocasiones, en las diferentes ceremonias y celebraciones  presididas por el rey, desde los ropajes de entronización hasta los báculos de los dignatarios, los kom, de la Corte.

Aunque el Museo pretende recoger todo lo posible de toda la dinastía, la mayor parte corresponde a todo tipo de ropas, utensilios, artefactos de todo tipo, fotografías, etc. del último siglo y muy especialmente desde el reinado de Njoya hasta nuestros días, es decir desde el 17º rey en adelante.

Destacan por su valor artístico los ropajes palaciegos y las obras de artesanía. Se muestran también artefactos y maquinarias creadospor los artesanos bamun, entre los que destaca la maquina de moler el maiz construida siguiendo las instrucciones del rey Njoya.

Algo más sobrecogedor resulta ver las vitrinas con los craneos de reyes y jefes vencidos que se exponen también, aunque pierde un poco su aspecto tétrico al escuchar las explicaciones que sobre la historia de los mismos te cuenta el guía.