De acuerdo con los últimos descubrimientos arqueológicos, las islas fueron utilizadas como base de temporada de caza desde hace 8.000 años por muchos pueblos indígenas incluyendo los Beothuk.

Hace 500 años, pescadores vascos y franceses que llegaban hasta las costas de Terranova en sus pesquerías, comenzaron a asentarse en algunos puntos de la costa de San Pedro Y Miquelón. El primer asentamiento francés permanente data de 1604.

En 1520 las islas fueron bautizadas como las Once Mil Vírgenes por Joao Alvarez Faguendes de Portugal, las islas verdes por los hermanos Corte Real y la isla de Saint-Pierre Jacques Cartier en 1536. En 1579, la isla de Miquelón recibió este nombre de los pescadores vascos.

Comerciantes franceses de Saint-Malo se establecieron en Saint-Pierre a finales del siglo XVII y crearon una empresa de secado y salazón de bacalao. Pero lo que parecía un próspero futuro acabó con el Tratado de Utrecht de 1713, cuando, además de perder Francia las colonias en Placentia Terranova y San Pedro y Miquelón, obligó a los habitantes de Saint-Pierre a exilarse en la Isla Royale (Cape Breton, Nueva Escocia).

El final de la guerra de los Siete Años, en 1763, daría lugar al Tratado de París por el que se devolvía a Francia las islas de San Pedro y Miquelón y, en consecuencia, la vuelta a su tierra de los exiliados. Las disputas sobre las islas continuaron, con sus correspondientes deportaciones de la población en 1778 y 1793, hasta que en 1816 parece que, definitivamente, son devueltas a la soberanía francesa.

A lo largo del siglo XIX se desarrolla una gran industria diversificada en torno a la pesca, con armadores y proveedores que se instalan en las islas, nuevas industrias de secado y salado y la visita anual de entre 7.000 y 8.000 pescadores al año que atracan en las islas.

La dependencia de Francia y su coste quedó de manifiesto durante la Primera Guerra Mundial en la que moriría la cuarta parte de la población.

Durante la última mitad del siglo X, las disputas entre Francia y Canadá sobre los límites territoriales y, consecuentemente, las cuotas de pesca, mermaron aquella alegría económica del siglo anterior, disminuyendo el número de navíos que hacían escala en San Pedro para aprovisionarse, especialmente las flotas pesqueras que faenan frente a las costas de Terranova. En 1992, un arbitraje internacional otorgó a las islas un área de zona económica exclusiva de 12.348 kilómetros cuadrados.

Esta decadencia económica ha llevado a las islas a aumentar su dependencia de los subsidios recibidos desde Francia.

Fuentes : Library of Congress y Encyclopedia of the Nations traducido automáticamente por Google

AMERICA : [Paises | Mapas | Pueblos | Noticias | Viajes | Tablon de Anuncios | El Tiempo | Historia | Universidades | Derechos Humanos | Bibliografía | Gastronomia ] Otro Continente