BIJAGO
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Guinea Bissau | 22.000 |
2 % |
BIDYOGO (BIJAGO, BIJOGO, BIJOUGOT, BUDJAGO, BUGAGO, BIJUGA) | ORANGO, ANHAQUI |
Localización: En las Islas Roxa y Bijago
Pueblos vecinos: Baga
Historia: Aunque no es mucho lo conocido sobre los orígenes del pueblo Bijagó, su idioma los conecta claramente con los ocupantes actuales de la costa cercana del continente. Se sabe que una vez gentes del continente relacionadas con los Bijagó se extendieron por toda la costa hacia el norte hasta Mauritania y se relacionaron con el pueblo Bereber. Las referencias escritas más tempranas sobre las Islas Bijagós datan de 1456, cuando los primeros exploradores portugueses los citan en sus escritos. A lo largo del siglo XVII las islas se usaron como puertos temporales para concentrar en los mismos las partidas de esclavos para exportar a América. Sólo a finales del XIX fueron colonizados por los portugueses. Durante medio siglo se resistieron a su colonización levantándose en rebelión contra los portugueses en 1900, 1913-1915, 1917, 1918, 1924 y 1936.
Economía: Las tierras bajas pantanosas de las islas son particularmente buenas para el cultivo de arroz y éste constituye la principal producción de las islas. La pesca, a pesar de su gran conocimiento del manejo de largas canoas que en otro tiempo se utilizaron para guerrear, nunca ha sido una actividad entre los Bijagós. Prácticamente la totalidad de los pescadores de las islas son Nhomincas originarios de Senegal y Gambia o Soussous de Guinea Conakry. El cerdo, no se sabe si traido desde el continente antes de la llegada del Islam o por los portugueses en el s.XV. es tambien base importante de la economía Bijagó.
Sociedad: Es una sociedad matriarcal donde las mujeres, organizadas en asociaciones, tradicionalmente, gestionaban la economía, el bienestar social y las leyes.
El poder político ejercido por los jefes emana de su relación con los antepasados a través de la línea matrilineal. Él decide y controla la distribución de la tierra. El líder de cada comunidad es asistido por un consejo de ancianos. Las mujeres son particularmente importantes entre los Bijagós para su sistema político, porque ellos deciden la línea hereditaria de los jefes.
Cada isla o isleta reconoce la autoridad que emana del jefe superior del principal linaje o clan de la isla. Los temas relacionados con la distribución de tierras, las tierras que se dejan en barbecho, la explotación forestal, etc. son administrados por el Consejo de superiores de la isla o por el jefe de la isla. Las reuniones sobre estos temas se realizan siempre lejos de las playas, bajo el resguardo de los grandes árboles del interior.
Religión: Nindo, el dios supremo, creó a Obide, el hombre, y a Okanto, la mujer que dio a luz a dos muchachos que son recordados como los cuatro antepasados del pueblo Bijagó. La estatuas talladas de estos cuatro fundadores son reverenciadas en las ceremonias religiosas. El alma (Orobo) de un difunto sólo encontrará si se talla una estatua que perpetúe su memoria. Las influencias islámicas pueden considerarse que son de orden cultural más que religioso.
Sin embargo, este origen mitológico varía mucho de unas islas a otras. Por ejemplo, en la isla de Bubaque se cree que fue Orebok, un intermediario entre el Ser Supremo y los Bijagós, quien creó el mundo. El primer ser humano fue una mujer, llamada Akapakama. Akapakama tuvo cuatro hijos, llamados Orákuma, Oraga, Onoca o Ogubane y Ominka. Son los cuatro ancestros mitológicos de los cuatro clanes matrilineales del pueblo Bijagó. Cada uno recibió unos derechos y obligaciones que dieron en herencia a sus descendientes. Orakuma, consiguió la tierra e hizo la primera estatua como una imagen de Dios y sus hijas, en adelante, serían las responsables de las ceremonias celebradas en la tierra, en los balobas (santuarios). Ominka recibió el mar y sus descendientes serían pescadores. Orage recibió las palmeras que lo hicieron rico. Ogubane, recibió el poder de la lluvia, el viento y el control del tiempo.
Tienen una firme creencia en la reencarnación. La muerte es un corto sueño que dura hasta que vuelve a reencarnarse en un ninño. Para conocer al difunto que se ha reencarnado en un niño se acude al sacerdore, Orase, o a la sacerdotisa, Okinka, antes de que puedan hablar con fluidez, para que tras un ceremonial comenzará a narrar sobre el origen, el nombre de su madre, especificando entre las mujeres de su padre, si es polígamo y el nombre de la localidad a la que pertenece.
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